Los nuevos diseños icónicos de edificios son un banquete para los ojos, tanto por dentro como por fuera. Sin embargo, la competencia también esta dispuesta a ofrecer un banquete tecnológico, ya sea para cumplir con el estándar de construcción WELL, proporcionar el sistema de construcción más integrado digitalmente o más.
Pocos productos de construcción pueden contribuir al atractivo visual y a la comodidad física de una edificación de tantas formas como el vidrio. Este versátil material es un valioso componente de la combinación de herramientas de un arquitecto, tanto si los objetivos de diseño incluyen colores llamativos, amplias vistas, alto rendimiento o todo lo anterior. A medida que el uso del vidrio arquitectónico se amplia y se transforma, puede ser el centro de atención o proporcionar un lienzo prácticamente transparente mientras se trabaja en segundo plano para ayudar en la imaginación, el diseño y la construcción de los edificios exclusivos del mañana.
El prescindir de de algunos componentes en un diseño emocionante e impactante para aumentar la eficiencia energética de un edificio es una realidad lamentable que sucede con demasiada frecuencia. Y cuando el equipo de diseño de construcción se esfuerza por obtener la certificación más reciente de edificios ecológicos, el grado de flexibilidad y creatividad se reduce aún más. Un producto laborioso y con el que se puede contar es el vidrio de alto rendimiento que logra un equilibrio eficaz para ayudar a cumplir con los objetivos tanto de rendimiento como estéticos.
El rendimiento del vidrio tiene un papel importante que desempeñar para ayudar a crear condiciones de vida cómodas para los ocupantes. El vidrio de control solar de la actualidad, especialmente los productos con doble capa de plata, ofrecen una selectividad espectral muy alta, lo que significa que dejan entrar una gran cantidad de luz natural mientras que mantienen fuera el calor solar.
Los ocupantes de los edificios de manera consciente e inconsciente anhelan una conexión con el entorno exterior y, como resultado, se pueden desempeñar y sentirse mejor, estudiantes, empleados, pacientes, con ese acceso. Tenemos la sensación de que la naturaleza nos llama y sentimos una necesidad inherente de responder. Las vistas nítidas solo son posibles a través del vidrio y pueden ser la forma en que satisfacemos esa necesidad.
Tanto en fachadas exteriores como en diseño interior, la neutralidad de color ofrece una claridad sin concesiones. El vidrio con bajo contenido de hierro ofrece vistas brillantes y verdaderas.
El vidrio con bajo contenido de hierro es transparente porque contiene menos hierro que el vidrio flotado estándar. El hierro da al vidrio estándar un tinte verdoso especialmente visible en el borde del vidrio.
Cuando el vidrio con bajo contenido de hierro se combina con las láminas de grandes dimensiones, las vistas claras y deseadas se ven afectadas significativamente. La incorporación de ambos en los diseños da como resultado grandes extensiones de vidrio y líneas de visión brillantes y sin obstrucciones. Todo ello sin sacrificar el rendimiento.
La gente hace que los edificios cobren vida, ya sean los ocupantes que viven y trabajan dentro de las paredes, los viajeros suburbanos que se mueven por el edificio de uso mixto en un entorno urbano o los niños que entran y salen de las escuelas.
El vidrio laminado envuelve al ocupante y protege al peatón con comodidad y seguridad, ya que ayuda a:
El color en combinaciones o un distintivo aspecto monolítico crean una fachada única. El vidrio de color puede aportar algo más a la estética del edificio, además de la ventaja de un mayor rendimiento solar.
El sutil azul o gris llamativo combinado con recubrimientos de alto rendimiento aumenta el rendimiento solar en comparación con los recubrimientos en vidrio transparente. El vidrio de color lo consigue aumentando la cantidad de energía solar absorbida por el vidrio. Además, el vidrio de color también puede reducir el resplandor.
El llamado a la gestión ambiental y a encontrar alternativas a la nueva construcción y la energía que se consume, por no mencionar el uso continuo de energía del edificio resultante, lleva a la arquitectura y la comunidad de la construcción a opciones de reacondicionamiento, reciclaje y reciclado.
En muchos casos, el valor de modernizar un edificio va más allá de preservar los materiales; a menudo, se produce un aumento de la buena voluntad de los vecinos y las comunidades para ver cómo una estructura preciada vuelve a la vida o cómo se reutiliza un espacio.
Las ventanas de edificios antiguos suelen ser de un solo vidrio sin revestimientos de alto rendimiento. Sustituir este vidrio ineficiente por las UVA que contienen vidrio recubierto y/o laminado aporta ahorros potenciales de energía, seguridad y protección.
Las tendencias evolucionan y cambian, y la siguiente gran idea que cambiará los horizontes urbanos está justo más allá del horizonte. Su próximo diseño quizás incluya enormes extensiones de vidrio, una claridad brillante, vidrio laminado protector, un guiño a la seguridad de los pájaros o un giro inesperado en el vidrio reacondicionado. Tanto si aplica uno de estos como todos los anteriores, es seguro asumir que el proyecto será el ejemplo más progresivo de construcción energéticamente eficiente.