En los museos, los exhibidores de vidrio protegen los objetos valiosos de los daños o el envejecimiento, a la vez que los presentan con la mejor luz posible. A veces, el vidrio puede actuar como un obstáculo para la vista. El resplandor no deseado, los reflejos o la reducción de los niveles de iluminación pueden obstruir las vistas de los visitantes a través del vidrio, lo que evita que las valiosas obras de arte se vean con claridad y con su color y detalle originales.
El Museo del Louvre eligió el vidrio antireflectante Guardian ClarityTM para exhibir su invaluable colección Duc de Luynes de Froment Meurice. La tecnología Guardian Clarity garantiza un alto contraste y una óptima neutralidad del color combinados con transparencia y un increíble atractivo estético desde cualquier ángulo.
Para los diseñadores y los escenógrafos de museos, lograr el equilibrio perfecto entre buena iluminación y malos reflejos puede ser un desafío constante. La tecnología Guardian Clarity les permite centrarse en sacar lo mejor del exhibidor, sin tener que combinar diferentes soluciones de iluminación para intentar combatir los reflejos en el vidrio que generan distracciones.