La mayoría de los vidrios arquitectónicos de hoy en día se producen mediante el proceso de vidrio flotado. En Guardian Glass, producimos nuestro vidrio flotado en varios grosores y tamaños estándar, que pueden ser procesados posteriormente. El vidrio flotado tiene propiedades específicas en términos de color, transparencia, emisividad, resistencia, resistencia a la presión, resistencia al calor y resistencia química. Al laminar o recubrir el vidrio, podemos agregar propiedades que permitan que el vidrio funcione y luzca mejor para su proyecto.
El vidrio laminado consta de láminas unidas entre sí mediante una capa interior de plástico. El vidrio y las capas entrecapas se pueden suministrar en una variedad de colores y grosores. Y no es solo el vidrio flotado básico lo que puede laminarse, hay muchas posibilidades.
Al laminar el vidrio, se pueden añadir otras propiedades beneficiosas al vidrio base, como el color, el control del sonido, la seguridad y la protección.
Aunque el vidrio laminado todavía puede romperse, los fragmentos tienden a adherirse a la entrecapa de plástico y permanecer en gran medida intactos, lo que reduce el riesgo de lesiones, especialmente cuando existe el riesgo de que el vidrio roto caiga de edificios altos. El proceso de producción de vidrio laminado normalmente implica que dos litros de vidrio completamente limpios se unan a una capa central interna bajo calor y presión dentro de un autoclave.
Los revestimientos de superficie se pueden aplicar al vidrio flotante para modificar su aspecto y mejorar sus propiedades, como proporcionar un reflejo especial o transmisión de luz.
Cuando la energía golpea un objeto, puede ser reflejada, absorbida o transmitida a través de él. Los revestimientos se pueden aplicar al vidrio flotado para manipularlo y proporcionar al vidrio propiedades funcionales y estéticas específicas. Los recubrimientos de vidrio generalmente están diseñados para reflejar la longitud de onda infrarroja solar mientras transmiten luz visible.
Los revestimientos añaden propiedades al vidrio flotado que ayudan a enriquecer nuestras vidas y contribuyen a edificios más eficientes energéticamente. En climas fríos, las contribuciones de rendimiento aislante de los recubrimientos de baja eficiencia pueden facilitar la retención de calor solar dentro de los edificios, reduciendo sus costes de energía.
El acristalamiento con control solar dentro de climas cálidos puede ayudar a prevenir la acumulación excesiva de calor durante los meses más cálidos del verano al bloquear la mayor parte de la energía solar del sol, al tiempo que permite la entrada de luz natural. Esto a menudo significa que el cristal puede ayudar a reducir las facturas de electricidad, a la vez que proporciona mayor comodidad y bienestar a los ocupantes durante todo el año.
Esto nos puede llevar a preguntarnos cuáles son las ventajas de utilizar el vidrio como material de construcción. ¿Qué beneficios, más allá de la estética, puede aportar el vidrio a los ocupantes del edificio en términos de comodidad, bienestar y seguridad? Para obtener más información, consulte nuestra sección “Beneficios del vidrio”.